* Arribar es girar la embarcación para 'tener viento en popa'; girar a sotavento o a favor del viento.
Regla fue un pueblo muy próspero, lleno de pequeñas y grandes industrias que generaban buenos y gratificantes empleos a sus habitantes, la proximidad de la urbe hacia innecesaria la existencia de grandes comercios y servicios, la tradición marcaba que sí ibas a pasear, era a La Habana; pasear los reglanos en el pueblo no era pasear.
Sin embargo, siempre los emprendedores locales aprovecharon el flujo de personas que generaba la peregrinación al Santuario de la Virgen de Regla para brindar sus ofertas y servicios. Tal es así que fue la anciana tuerta Zeferina y el canario Domingo Martín los primeros en obtener los permisos para establecer huerto y bohío con el propósito de vender cazuelas y carnes a los que venían de romería; siendo con esto los primeros comerciantes-pobladores de lo que más tarde sería Regla.
Desde 1714 las romerías de la Virgen duraban ocho días, y los habaneros en pleno se mudaban a Regla siendo todo fiesta y jolgorio desde la víspera de la celebración, oportunidad esta que ni pintada para los comerciantes locales.
Dato curioso es que no fueron los dirigentes de la Revolución los primeros en suspender las fiestas y procesión de la Virgen, pues a inicios del siglo XIX ya el preclaro obispo Espada las había, por largo tiempo, prohibido por haber degenerado en escándalo público.
Tenemos historias e imágenes de lo que nuestros mayores y ancianos llaman “Los caballitos de Regla”, que era todo un parque de diversiones al Oeste del Santuario, cubriendo los alrededores del Emboque; su vida y clientes: los peregrinos de la Virgen.
Igualmente en esos lares, amén de los puestos de frita, maniceros, tamaleros y otros pequeños comerciantes; se encontraban, en profusión, fondas, restaurantes y bares donde los parroquianos podían comer y refrescar.
En estos años las tradicionales procesiones de la Virgen de Regla son multitudinarias y esplendidas, igual de brillantes y en magnitud se aprecia en las fotografías de las salidas de los cabildos. El pueblo nunca a dejado de ser religioso, en cada casa encontramos una imagen de la Virgen, recuperar la grandiosidad de la tradición no será difícil.
Lamentablemente, por cuestiones que no viene al caso discutir, la ofensiva revolucionaria acabó con todos los pequeños negocios privados, que fueron cerrados o intervenidos, incluidas las pequeñas industrias locales.
Por otro lado los grandes planes de la Revolución y los pequeños planes de saneamiento de la rada habanera fueron cerrando las pequeñas y medianas industrias contaminantes de los cursos de agua de la cuenca tributaria de la bahía.
La caída del campo socialista y el período especial fueron el remate de lo que quedara de la industria y los comercios reglanos. El país, en esta fecha y ante la escases de recursos, dio un giro económico cambiando los planes de industrialización azucarera por los de turismo y servicios. Regla quedó fuera de este cambio y del circuito turístico de la ciudad.
Hoy las industrias reglanas tributan sus impuestos fuera del municipio, según lo establecido en la Ley del presupuesto del estado, dejando en Regla solo la polución y nada del uno por ciento de la Contribución Territorial para el desarrollo local, o sea, de la industria tenemos poco que esperar.
Nos queda entonces, económica y políticamente, rectificar el rumbo; aprovechemos con la mente abierta lo que la tradición nos legó, desarrollemos nuestro nicho de mercado rescatando los servicios a los peregrinos de la Virgen de Regla, luego esforcémonos en promover e incluir al turismo internacional en esta romería.
Por las dudas y para los dogmáticos enceguecidos de cualquier bando debemos tener en cuenta que según reconocen los doctores Eduardo Torres Cueva y Oscar Loyola Vega en el libro “Historia de Cuba, 1492~1898, Formación y liberación de la nación” notaremos que:
Es historia que el reconocimiento de la Virgen de Regla como Patrona de la bahía y el puerto es un hito que marcará, entre otros hechos dispersos a lo largo de la Isla, el incipiente nacimiento de una nacionalidad habanera y luego cubana. Es nuestra Virgen de Regla de las primeras figuras religiosas no traídas o importadas por los colonizadores españoles en ser elevada en el altar católico primero habanero y luego nacional.
Desde el púlpito que se conserva en una de las paredes del Santuario, el 7 de septiembre de 1817, predicó el Padre Varela a quien se le reconoce como el primero que enseñó a pensar a los cubanos en el patriotismo; y en esta exhortación expresó:
...La piedad de un prelado, la generosidad de un caballero, y la religiosidad edificante de un hombre de pueblo habían hecho posible que surgiera a la historia el Santuario de Nuestra Señora de Regla...
Desde los lineamientos del Partido y la actualización del modelo económico, hoy soplan nuevos aires de renovación, aún es solo una pequeña brisa, pero toca a nosotros ir ajustando las velas para aprovechar el mínimo viento y al máximo la corriente.
Una última acotación...
Recorte de periódico de época promoviendo la procesión de la Virgen de Regla |
Regla vive y promueve a su Virgen, parte de su prosperidad comercial depende de la visita de los peregrinos.
De este recorte llama la atención que la procesión de la Virgen se realiza siempre el siguiente domingo posterior al 8 de septiembre; siendo el domingo feriado permite la mayor asistencia de los fieles y curiosos a las fiestas. Igualmente es de notar que promueve la concurrencia de todos los días 8 de cada mes al Santuario en mayor honra de la Virgen.
En la próxima publicación regresamos con más sobre las fiestas y carnavales
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