Hace unos años, cuando comenzaron a vender los pullovers de los diferentes equipos de beisbol en Cuba, y en la época en que el equipo Habana ganó el campeonato, compré uno de este equipo, que aún conservo y uso, lo compré principalmente por su color rojo brillante que me gustaba.
Un pariente me regaló un par de ellos del equipo Industriales, bien grandote y ancho como me gustaba la ropa, pero no hacía más que salir con ellos y en todas las esquinas me paraban para hablar de pelota, de la cual confieso no ser un gran aficionado, solo sigo los finales del campeonato.
Llegó a tal punto el tener que comentar de pelota que decidí usar los pullovers al revés, con el cartel para dentro y las costuras para fuera, pero este me trajo nuevas paraderas en la calle, ahora me decían en tono confidencial…
– Oye, traés el pullover al revés…
A lo que respondía en tono jocoso y levantando el pullover.
– ¡Ah! No jodas, si es de Industriales.
Todos hechaban a reir y ahí paraba la cosa…
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