Las luchas obreras en Regla, cuentan con ejemplares antecedentes formadores del caudal histórico de heroicas tradiciones, alcanzadas por el proletariado en Cuba.
Un hecho de singular importancia protagonizado por los obreros portuarios de Regla se produce en 1924 durante una de las etapas más agudas del movimiento obrero cubano, en los momentos de las grandes batallas que libra por la consolidación de una sólida conciencia de clase. La llamada hasta entonces loma del Fortín en el término municipal de Regla, cambió su nombre por el de Colina Lenin, por decreto de la alcaldía socialista del Sr. Antonio Bosch[https://www.ecured.cu/Antonio_Celestino_Bosch_Martínez], en homenaje póstumo y perpetuo al gran guía del proletariado mundial Vladimir Ilich Lenin.
Al llegar a Cuba la noticia de la muerte de Lenin, se convoca al pueblo de Regla, para que concurra a las 5 p.m. del 27 de enero, coincidiendo con la hora en que se iba a dar sepultura al querido dirigente del proletariado mundial, para plantar un olivo en la Colina que desde ese instante llevaría su nombre y para guardar dos minutos de silencio en homenaje a su memoria.
A partir de esa fecha memorable, la Colina Lenin se convierte en símbolo y lugar de concentración del proletariado habanero, a la que acude entre otros, el líder cubano Julio Antonio Mella[https://www.ecured.cu/Julio_Antonio_Mella] el 1° de Mayo de 1925, durante los preparativos para la fundación del Primer Partido Comunista de Cuba acaecido en agosto del propio año.
La Colina Lenin representa el primer homenaje rendido fuera del territorio de la URSS al gran líder de la clase obrera mundial, habiendo sido la misma, objeto de ataques ejecutados por las fuerzas represivas de los sucesivos gobiernos burgueses, que no pudieron doblegar la firmeza de los trabajadores, los cuales se constituyeron en defensores de la integridad del monumento.
Fue declarada Monumento Nacional, por la resolución Nº 45 del 6 de febrero de 1984, con el máximo Grado de Protección (I).
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