Calle Rubiera, en Regla, La Habana |
Arrancando en la calle Bazo va cuesta arriba hasta pasada la calle Díaz Benítez en la que luego de un tramo es solo una precaria escalera que desciende a la calle Millar donde termina.
En la intersección con la calle Martí (en la esquina Suroeste) se encuentra una placa, que se conserva gracias a su altura sobre la acera, que la reconoce como Calle del Cementerio, su antiguo nombre.
Me cuentan los más ancianos que también tuvo por nombre Victoria y luego Bosh en honor al recordado alcalde de los años 20 antes de terminar con su actual denominación.
Preguntando e investigando quién fuera González Rubiera llegamos a un santiaguero (nacido en 1915) y cuyo nombre completo fue Juan Manuel que se domiciliara en La Habana en 1928. Transcurre el segundo mandato presidencial del General Machado.
En septiembre de 1929 ingresa en el Instituto de La Habana, en este momento bajo supervisión militar.
El 30 de septiembre de 1930 es herido a sablazos durante una manifestación estudiantil. Poco después, con 15 años y en segundo de bachillerato, integra el Directorio Estudiantil en el Instituto.
Durante la huelga tranviaria, en apoyo y junto al Directorio Estudiantil Universitario, el 20 de septiembre de 1931, se bate a tiros con los soldados que custodian a los rompehuelgas; es delatado y sufre prisión en el Castillo del Príncipe y luego en el Presidio Modelo en la Isla de Pinos.
Ya en libertad, reanuda la labor conspirativa y el 30 de diciembre de 1932 es apresado por un agente de la policía secreta. Su cadáver, atado de pies y manos, con huellas de tortura, apareció en el reparto Alturas de Almendares, tenía entonces 17 años.
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